A mediados del siglo XX se formó Deportes El Loa, con las selecciones de fútbol de Calama (camiseta verde) y de Chuquicamata (camiseta granate), se desrrollo el fútbol amateur hasta el 7 de enero de 1977, año en que por interés ciudadano de tener fútbol profesional, el cual se realizó a través de la transformación de Deportes El Loa en Club de Deportes Cobreloa. En 1978 se logra subir a la Primera División de Chile y hasta la actualidad es considerado uno de los equipos grandes del fútbol profesional chileno, con 8 títulos nacionales, 2 finales en la Copa Libertadores de América y muchos hinchas tanto en la zona como en el resto del país. Hoy, Cobreloa también fomenta deportes como el rugby, el atletismo y el básquetbol, y también otorga más espacios a través de su rama de fútbol femenino el cual se disolvió en el 2014, por problemas). En abril de 2015, Cobreloa desciende por primera vez a la B tras el fallo de la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina, que lo sancionara con la resta de tres puntos.
El ex seleccionado nacional se mostró muy contento de
quedarse con un reconocimiento que "cuesta ganar"
La Mazorca de Oro Río Loa, la máxima distinción que
entrega la municipalidad de Calama a sus hijos, tiene un nuevo dueño, luego que
ayer en el Salón de Honor el Concejo Municipal, que encabezó el alcalde Arturo
Molina, determinará entregar este galardón a Mario Miranda, uno de los
deportistas más emblemáticos de nuestra ciudad y gran propulsor del ciclismo
loíno.
Miranda, que ayer se encontraba en Santiago, dijo desde
la capital que "Estoy muy contento por haberla ganado, porque cualquier
persona no se la merece, cuesta ganarla y gracias a mi tesón de deportista y
todo lo que hago por Calama, gracias a Dios soy el ganador, estoy feliz".
El galardonado también tuvo palabras de agradecimiento
para su familia: "Gracias al apoyo familiar lo he logrado. Gracias a
Calama, a mi trabajo, realmente me siento muy feliz", fueron las palabras
de este exitoso deportista que también le heredó un gran talento a su hija
Mónica, que al igual que él fue seleccionada nacional.
Historia de un
ganador
En el año 1961 Mario Miranda comenzó su actividad
deportiva, participando en diversas competencias ciclísticas dentro de la
Segunda Región, para luego pasear su talento por el resto de Chile.
En 1973, obtiene el primer lugar en la competencia de
ascenso a Farellones y posteriormente resulta ganador por equipos en la
competencia de 12 etapas Argentina- Chile y Chile-Argentina. Además de ser
ganador en reiteradas oportunidades de la prueba ciclística 23 de Marzo.
También se destacan sus participaciones en competencias
internaciones, como seleccionado nacional en Perú, La Habana, Bolivia y
Argentina, llevando el nombre de Chile y Calama en cada una de las
competencias.
El año 1997, se gradúa como técnico nacional en ciclismo. Miranda es un luchador incansable del objetivo de contar con un velódromo en nuestra ciudad.
De su infancia, nos cuenta poco, porque dice que debió ponerse a trabajar de muy niño. "Yo era el mayor y el único varón. Mi madre quedó sola y debí asumir el rol de ayudarle, de manera que debí dejar mis estudios y comencé a trabajar de muy niño. Nací al interior de Ovalle, pero muy chico me trajeron a Calama. Estudié en el Grupo Escolar, actual D-48. Yo no tenía padre, por lo que debí educar a mis hermanas. Trabajé en el comercio, en algunas tiendas con don Cesáreo Castillo, con Hugo Pizarro Gutiérrez, gente distinguida de Calama. Tenía como trece años y después hice mi Servicio Militar y continué mi trabajo".
El ciclismo
Su afición por el ciclismo comienza de muy niño. "Me regaló una bicicleta don Hugo Pizarro y desde allí me gustó este deporte, comencé a practicar y luego me inicié en la competencia hasta llegar a los eventos nacionales", precisa.
Recuerda que fue campeón de Chile, más o menos unas seis veces en la categoría seniors y en su última fase ganó la Ascensión a Farellones. También fue seleccionado chileno para competencias internacionales y participó en los Panamericanos de Cuba, donde logró el tercer lugar en persecución individual y tercero en ruta".
Se casó a los 25 años. Tiene cuatro hijos. Ellos son Alejandra, Mónica, Jessica y Mario. Este último fallecido. Tiene seis nietos y otro por llegar. "Tener mi familia es mi principal orgullo, es una felicidad. Los nietos hoy en día me dan tremendas alegrías", agrega.
Y Calama, para el también lo es todo ya que "esta es mi tierra. Estoy enraizado aquí, y aquí me quedo. Aquí me siento realizado, tengo mi negocio de bicicletas, practico el deporte, también las hago de entrenador. Calama es mi vida".
Para Miranda sería ideal que Calama cuente con un Centro de Alto Rendimiento. "Ojalá que hoy que se distingue a un deportista, se tomara en cuenta eso y se definiera la posibilidad de crear un recinto con esas características.
Otras gestiones
Pero no sólo de ciclismo vivió Mario Miranda, también en alguna época se desempeñó en Codelco, en la propia Fundición de Concentrado. Recuerda con especial afecto al ex gerente Renzo Gasparini gracias a quien dice, podía entrenar y participar de los eventos que se realizaban en Chile y el extranjero. "Yo tuve muchas facilidades, cosa que hoy no veo en otros deportistas, al parecer no se les apoya como antes".
Mazorca de Oro
Mario Miranda, por sus logros, por su empuje, por su tesón y entrega, fue galardonado el viernes último con la máxima distinción que reciben los ciudadanos calameños, la Mazorca de Oro. Ésta la que recibió en una solemne ceremonia realizada en el municipio calameño, donde el alcalde Arturo Molina le correspondió tras los respectivos discursos entregarle este significativo premio que lo suma a la lista de los tantos calameños de bien que han entregado su vida al quehacer en favor de la comuna.
Un loíno orgulloso de su familia y de su extensa carrera en esta disciplina
Su afición por el ciclismo comenzó desde muy pequeño. "Me regaló una bicicleta don Hugo Pizarro y desde allí me gustó este deporte. Comencé a practicar y luego me inicié en la competencia hasta llegar a los eventos nacionales".
Mario Miranda Miranda, es uno de los pocos hombres de Calama que pasa altivo y orgulloso, porque desde muy joven luce distinciones, de manera que el haber recibido esta vez el máximo galardón que se otorga en la ciudad a sus hijos ilustres, como es la Mazorca de Oro, parece ser que no lo tomó tan de sorpresa. No obstante, igual se emocionó y al conversar con este Diario debió contener sus lágrimas en varias ocasiones.
Su vida sobre ruedas
Es un personaje tremendamente querido por la ciudadanía y muy pocos son los que no lo conocen. Y no debería ser así, ya que ha logrado distinciones importantes como el ser campeón nacional e internacional en ciclismo.
Pero relató que más contento se sintió cuando su hija Mónica alcanzó el primer lugar en un campeonato nacional, que cuando fue galardonado el mismo. "Es que con ella pude cumplir el sueño que no pude conseguir con mi único hijo, quien nació enfermo y hoy ya no está con nosotros", reflexiona.
A pesar de esto, Miranda es un hombre activo, dinámico, con mucha fuerza y con una agilidad que cualquiera a su edad (65) quisiera tenerla. Y a pesar de tener más de 60 años, sigue viviendo con la misma vigorosidad que tenía a los 20, pedaleando con la misma actitud de antes.
Es por esto que ha hecho del deporte su vida y también su medio de subsistencia, básicamente porque tiene un taller de reparación y venta de bicicletas y repuestos. Incluso mientras estuvimos hablando con él decenas de personas son las que llegan a su local a comprar desde una simple pieza hasta una moderna bicicleta.
Es más, tuvimos que charlar con él mientras trabajaba porque simplemente no había otro lugar ni momento para hacerlo. Dijo que no tiene tiempo para el descanso casi, entre sus hijas, sus nietos, sus clientes, le quitan todo el día y poco tiempo tiene para quedarse quieto.
Muy orgulloso, manifestó que a una de sus nietas fue a verla hace muy poco tiempo a Santiago porque ingresó a la Escuela Militar. "Mis hijas, mis nietos, me han dado muchas satisfacciones. Mi familia lo es todo para mi hoy en día“.
Fuente:
https://www.mercuriocalama.cl/prontus4_nots/site/artic/20070325/pags/20070325042949.html
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