En la actualidad, el Ministerio de Medio Ambiente comenzó a ejecutar un análisis a la cuenca del río Loa y comprometió uno para el Salar de Atacama. Fuente: El Mercurio de Calama. 12 noviembre de 2018.
Calama es una zona de minería. La provincia El Loa es conocida por sus recursos naturales, sobre todo por el cobre que desde hace ya bastante tiempo brinda el sustento económico, no sólo de la zona , sino que también de todo el país.
No obstante, antes de que llegara este boom minero, Calama y sus alrededores eran oasis agrícolas, con una interesante flora y fauna, pero con el agotamiento del río Loa y la contaminación de sus aguas la historia comenzó a cambiar.
Esta situación además, no sólo afecta al río, sino que también a los salares, cuyas comunidades están alertas por el daño que se estaría produciendo debido a la sobre explotación de sus aguas para faenas mineras.
En este sentido, los integrantes de las comunidades y los ambientalistas coinciden que lo que está perjudicando al ecosistema loíno, es la falta de estudios que determine el real daño y ratifique la sobre explotación de los recursos hídricos, que por estar en una zona desértica, es vital para la flora, fauna y obviamente para los seres humanos.
También aluden a que no existen planes de manejo de las cuencas hídricas.
Río Loa
Andrea Vásquez, es ambientalista, socióloga y presidenta de la Coordinadora por la Defensa del Río Loa y la Madre Tierra y como calameña, nacida y criada en esta ciudad dice que ella ha sido testigo de cómo el río y todo lo que lo rodea se ha ido perdiendo.
«Siempre me relacioné con el río y obviamente en zonas urbanas donde se ha ido expandiendo la ciudad. El río ha tenido varios impactos en su flora y fauna porque, por ejemplo, hay especies que han disminuido su existencia aquí y que son parte de este ecosistema, como las taguas, la flora xerófila, que son las plantas que salen en ambientes áridos y que han sido dañadas por la deforestación y también por la misma sequía del río Loa», comentó Vásquez.
Respecto a lo que ellos, como coordinadora han estimado como la principal causa de afectación al ecosistema, Vásquez dijo que «no existe una protección de parte del gobierno, de las autoridades de turno, ni de las de ahora, ni las de antes», ello respecto a fiscalizar la sobre explotación hídrica de este lugar, el que pese a ser declarado agotado en 2000, sigue siendo una fuente principal de agua para la actividad minera de la zona.
Agrega que un ejemplo de ello es lo que se está viviendo actualmente en el sector de Yalquincha. » Es uno de los últimos humedales que están quedando en el río Loa cerca y ves está industrializado completamente y ahí todavía hay en algunos lugares taguas, hay aves que son pequeños colibríes, pero que son especies que cada vez más se van desapareciendo del curso donde pasa el río por la ciudad», comentó la ambientalista.
Para Vásquez si no se toman las medidas correspondientes, si no se efectúa un estudio ambiental y de manejo de la cuenca, el escenario futuro para El Loa es «catastrófico».
«El impacto final es la destrucción del río Loa, que poco a poco lo vamos alejando de nuestra conciencia de quienes habitamos en la ciudad. Muchas veces nos olvidamos que tenemos un río al lado y que es el río más extenso de Chile, entonces creemos que es una catástrofe ambiental», puntualizó Andrea Vásquez.
Recalcó que, «necesitamos conciencia y políticas públicas. Acá las autoridades no están defendiendo el agua para la vida, están defiendo el uso del agua para las mineras y eso, es catastrófico», dijo.
Finalmente expresó que a juicio de ellos, no existen políticas reales para recuperar el río Loa.
«Tenemos una ordenanza medioambiental que fue redactada con las organizaciones de las cuales el municipio no se hace cargo, tenemos un plan regulador que en la práctica no está orientado a mantener el oasis de Calama y tenemos el avance de la industria que por varios motivos está arrasando con estos pocos sectores de conservación», explicó la ambientalista local.
Salar de Atacama
El Salar de Atacama es uno de los destinos turísticos más conocidos a nivel mundial, lo que más impacta es su ubicación en medio del desierto más árido de mundo, donde destaca la flora y la fauna del lugar. Por su parte, a nivel económico, es uno de los yacimientos más grandes de minerales, posee el 52 por ciento del litio a nivel mundial.
Actualmente, operan en la cuenca del Salar de Atacama diversas empresas mineras, las que extraen litio y cobre, entre otros minerales.
Esto tiene en alerta a las comunidades indígenas del lugar, quienes manifiestan que la vida en la cuenca del salar está en riesgo.
De acuerdo a los datos entregados por el Consejo de Pueblos Atacameños, «un estudio presentado por la Dirección General de Aguas (DGA) señala que el principal acuífero del sub-cuenca del Salar de Atacama ubicado en el sector Tilopozo- Pajonales (denominado C2), se encuentra sobre explotado seis veces y que no deberían entregarse más concesiones de agua en este sector».
Sergio Cubillos, integrante del consejo y presidente de la Comunidad de Peine, comenta que, «lo que siempre hemos enfatizado nosotros es que lo que no hay son estudios sobre la cuenca del Salar de Atacama, especialmente en lo que respecta al recurso hídrico. Hoy día no sabemos si la recarga que está teniendo el salar es igual o similar a lo que se extrae desde la cuenca y eso lo hace súper frágil», detalló.
Cubillos también comentó que al faltar este tipo de estudios, no se puede percibir cuál es real impacto sobre la cuenca y tampoco, hay una fiscalización tan aguda respecto de la extracción del recurso hídrico. «No sabemos si ellos están extrayendo lo que ellos tienen por permiso, o si están extrayendo demás», puntualizó el presidente de la comunidad de Peine.
Respecto a cómo ha afectado, la extracción de agua en el ecosistema del Salar, Cubillos cuenta que la población más sensible es la de los flamencos.
«Está a la vista ya no estén los cuatro mil, cinco mil flamencos que habían antes, ahora deben estar bajo los dos mil. El sistema lacustre del salar ha ido bajando también su densidad, las vegas de Tilopozo ya no son las mismas verdes de antes, está demostrado que hace poco una empresa secó los algarrobos de Camar, entonces la biodiversidad que existe en el salar que es variada y es frágil y necesita de la salmuera y necesita de todo lo que e coexiste».
Sergio Cubillos explica que son tres las cosas que ellos le exigen al Estado para poder revertir el daño medioambiental de este sector.
El primero es exigirle la responsabilidad en lo que está realizando. «Es decir, esto de dar permisos, firmar contratos, firmar convenios al entregar la explotación del litio, sin saber realmente como está la cuenca del salar, creemos que es irresponsable».
Lo segundo que solicitan es aumentar la fiscalización. «Necesitamos mayor fiscalización y necesitamos un monitoreo que realmente sea desde el Estado. Hoy día no podemos tener estudios, ni los datos, solamente los que otorga la empresa».
Por último, Cubillos dice que les exigen al Estado leyes que realmente sean eficientes. «Que sancionen de verdad el daño que puedan realizar las empresas al medioambiente y a las comunidades y creemos que el recurso hídrico tiene que ir en relación al aporte de las personas que habitamos las comunidades y no tanto en favor de las empresas», estipuló Cubillos.
Intervención del hombre
Si bien, las comunidades y las organizaciones le atribuyen a la explotación minera gran parte del deterioro del ecosistema de la provincia, lo cierto es que la intervención humana y la falta de conciencia de personas comunes y corrientes, también han sido factores que perjudican la naturaleza.
A modo de ejemplo a inicios de este año se publicó un estudio elaborado por la Universidad Católica del Norte , en la que se ubicó al río Loa como el más contaminado de Chile.
La contaminación a la que se refería ese estudio no era solo por los metales pesados que el agua trae, sino que más bien por la cantidad de basura flotante que se encuentra en sus riberas y el microplástico.
Otro ejemplo de como influye la falta de conciencia ambiental de las personas es lo sucedido en el Salar de Tara y Aguas Calientes I.
En este sentido, según la información de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), los monitoreos realizados por guardaparques de Conaf tras el cierre temporal del Salar de Tara y Aguas Calientes I desde junio de 2018, producto de las malas condiciones climáticas que impedían la visitación de turistas al lugar, revelaron el impacto positivo que tuvo esta decisión en la fauna local.
«De acuerdo a la información obtenida se puede inferir que hubo un efecto de restauración en el área cercana a los espacios de uso público, observándose comportamientos reproductivos de flamencos en los cuerpos lacustres, específicamente un gran número de la especie James en el sector, en comportamiento reproductivo, dejando en evidencia que la ausencia de visitación ha sido beneficiosa para la permanencia de la especie, situación que no se observaba cuando había visitación masiva», explicaron desde Conaf.
Acciones
En la actualidad no existen estudios que entreguen luces de cómo la sobre explotación de los recursos hídricos ha ido afectando al ecosistema de toda la provincia de El Loa, los salares y los ríos.
Algo que se buscaría mitigar con algunas acciones que se están realizando a través del ministerio de Medio Ambiente.
Una de ellas fue la que se anunció en julio de este año, respecto de que con recursos obtenidos vía Fondo de Desarrollo Regional (FNDR), se desarrollará un estudio denominado «Diagnóstico del caudal ambiental del río Loa, Región de Antofagasta».
El objetivo será investigar su cuenca y sus tributarios, determinando el caudal ambiental, la valorización económica-social de los servicios ecosistémicos asociados a éste y la construcción de un modelo de gestión que contribuya a la sustentabilidad y protección de este sistema acuático.
Actualmente a través de la seremi del ramo, están en la etapa de sociabilización de este estudio que tendrá una duración de 24 meses, abarcará la cuenca del río Loa representado por subcuencas (río Loa Alto, río Loa Medio y río Loa Bajo) y sus tributarios, los ríos Blanco, Chela, San Pedro de Inacaliri, Salado, San Salvador y Quebrada Amarga.
En tanto a fines de octubre, durante la visita de la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt a la comuna de San Pedro de Atacama, se comprometió a realizar estudio hídrico en la cuenca del Salar de Atacama, tras la solicitud hecha por los integrantes del Consejo de Pueblos Atacameños.
De acuerdo a la información entregada por las autoridades a la comunidad, el estudio está evaluado en $5 mil millones, los cuales se financiarán a través del Consejo Regional (CORE).
El proyecto está considerado en una ejecución de 5 años y contempla 5 lineamientos, monitoreo medio ambiental, modelo hidrogeológico, educación ambiental, capacitaciones y prevención de áreas protegidas.
Fuente: Internet
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